¿Quieres ser Fascinante? Te explico cómo

Ser fascinante… Cualquiera querría, ¿no? Vamos a lo que vamos.

Tú quieres ser una persona fascinante. Pues hay varias cosas que quiero contarte al respecto. Para empezar, deberíamos concretar en qué consiste exactamente la fascinación. La experta en fascinación Sally Hogshead la define como un estado de enfoque absoluto hacia algo o hacia alguien. Cuando algo te fascina, te absorbe y consigue que le prestes irremediablemete toda tu atención. En eso consiste fascinar. En conseguir que alguien focalice toda su atención en ti. Pues bien… no hay ninguna cualidad que debas adquirir para conseguir ser fascinante, porque ya tienes el potencial para serlo. Sólo necesitas descubrir tu propio estilo a la hora de fascinar.

Hay básicamente 7 estilos: Las personas que fascinan con su pasión, con su energía, con su misterio, con su poder, con su prestigio, con su rebeldía y con su confianza. Piensa en ello antes de nada y escribelo en un papel o deja tu comentario aquí debajo para contarme cuál de estos es tu estilo predominante. No te centres tanto en cómo ves el mundo a tu alrededor, sino en cómo el mundo te ve a ti. Detecta cuáles son las fortalezas que las demás personas perciben en ti. Y una vez las hayas detectado, poténcialas, porque ellas serán tu fuente de fascinación.

Si quieres un truco muy efectivo para fascinar a las personas, recuerda esto: lo único que jamás olvidarán de ti es el modo en que las has hecho sentir. Aunque pueda parecerte muy simple, ni lo que digas ni lo que hagas se quedará en sus memorias a menos que eso las haga sentir algo intenso. De este modo, una forma muy eficaz para fascinar a alguien es provocar en esa persona una respuesta emocional fuerte. No vayas a pensar que es fácil… pero si lo consigues, dominas la clave de la fascinación.

Y para terminar, quiero hacerte consciente de una cosa en la que tal vez no hayas pensado. Tienes dos opciones: ser fascinante o ser del montón. Y tal vez prefieras ser del montón después de lo que te voy a decir. Utilizaré una metáfora que me encanta y suele utilizar la propia Sally Hogshead… Imagina que eres un sabor de helado. Puedes escoger ser un sabor del montón y decidir ser… vainilla. La vainilla no suele impresionar a nadie, pero bueno… tampoco suele horrorizar a nadie. Es un sabor aceptable para casi todo el mundo. Pero ahora imagina que escoges ser pistacho. ¿Qué va a ocurrir? Pues que habrá personas que te encontrarán absolutamente irresistible. Pero también habrá personas que te encontrarán absolutamente desagradable. Y esto es lo que pasa cuando escoges no ser del montón. Para ser fascinante, también tienes que estar dispuesto o dispuesta a desagradar a otras personas. ¿Lo estás? Cuéntamelo también, en la sección de comentarios.

Y recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. La decisión es tuya.

Comments

[La ley de la Manifestación de Andrew Corentt]

Un excelente artículo, creo que parte del desarrollo personal consiste en aprender a ser fascinantes, tener esa energía contagiosa en uno o varios aspectos que nos permita abrir puertas y lograr objetivos, nuestro poder es ilimitado como menciona Andrew Corentt en la ley de la manifestación, no obstante, debemos aprender a utilizarlo.